Si visitas este blog por primera vez, te doy la bienvenida, recomendándote que leas en primer lugar el post: POSITIVO 2.30 - INTRODUCCIÓN, verás qué sencillo que es formar parte de este PROYECTO POSITIVO.
Podríamos definir la vida como: una serie encadenada de decisiones que
debemos tomar para superarnos constantemente.
Sí querido lector, porque aunque pretendamos en algunas ocasiones “escaquearnos”,
no decidiendo sobre algún tema de nuestra vida, resulta que lo que estamos haciendo
es decidiendo no decidir.
No decidir es tomar una decisión.
Cuando una persona decide no tomar una decisión ya está decidiendo
posponer enfrentarse al asunto, sea de trabajo, conyugal, familiar, relacional,
personal, etc. que se le plantea.
Si no decide es porque tiene miedo a los problemas, tiene miedo a las
consecuencias, tiene miedo al sufrimiento, tiene miedo a arriesgarse y entonces
siente que no puede con esto y simplemente lo pospone.
No vamos a adentrarnos en cuestiones de psicología, pues no es la finalidad
de este blog, sino simplemente voy a reproducir algunas frases y pensamientos
que nos ayuden como siempre a reflexionar
breve y positivamente sobre el tema.
Una de las cosas que distingue un adulto de un niño es la capacidad de
autonomía.
Sobre los niños los adultos decidimos, pero sobre los adultos no deberíamos
decidir, en cambio hay personas que buscan a otras para que decidan por ellas.
De esta forma están dejando para después la atención de un problema con la
esperanza de que el problema desaparezca.
Pero, tratando de evitar el problema al momento de tomar una decisión,
normalmente posponen no solamente la
decisión sino el problema, lo cual puede tener consecuencias negativas por
varias razones:
Cada decisión que debemos tomar es una prueba que nos plantea la vida. Si
la superamos avanzamos hacia la siguiente, si no, adquirimos experiencia para
otra parecida; situaciones que con la primera obtienes felicidad y la segunda
no te produce frustración, porque lo has intentado.
Pero si no te enfrentas a la situación, ni la superas, ni obtienes nuevos
conocimientos con los que aumentar tu crecimiento personal, además de dejar que
tu vida quede cautiva en manos de terceros si es que permites que la decisión
la tomen otros por ti.
No digo que debamos actuar obligatoriamente ante todos los problemas o
pruebas que nos presenta la vida, sino que debemos DECIDIR siempre en primer
lugar si hemos de actuar o no, y si se tercia, a continuación, hacerlo sobre
cómo enfrentarlos.
Y ahora, si tienes oportunidad, cierra los ojos unos treinta segundos y
reflexiona: ¿vas a tomar de una vez esa decisión que tienes pendiente?
Hazte el propósito de no dudar en la próxima ocasión en que debas decidir.
Tú puedes hacerlo.
Gracias. Salud y Paz
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