Hola ¿cómo estás? Ave Caesar, morituri te salutant. Dios te salve María.
¿Qué pasa contigo tío? Hallo, Ciao.
Supongo que estas frases te son familiares, pero…¡No basta con saber, hay
que hacer!
Cuando estudié, hace años, un poco de la incipiente informática (te hablo
de cuando no existía nada de lo que conocemos ahora, en fin imagínate, aquella época en que los datos se almacenaban en
fichas de cartulina perforada), ya nos explicaban que los ordenadores
establecían un protocolo de comunicación, o sea se saludaban al relacionarse
para transmitirse datos.
No puedo comprender cómo una persona, habitante de una ciudad de más de un
millón de congéneres, llegue a poder decir que está sola y que no recibe ni un
simple saludo. Me dan escalofríos.
Lo entendería de alguien que pululase en solitario por los polos norte o
sur; ya no me atrevo a decir lo mismo del Everest, porque se ve que hay épocas
que ni la Rambla de las Flores de Barcelona está tan transitada.
He usado muy poco el transporte público a lo largo de mi vida, pero desde
hace un par de años que lo hago con relativa frecuencia y habrá más de una
veintena de chóferes (mujeres y hombres) de autobús, con los que nos saludamos
mutuamente.
No acostumbro a ver este comportamiento en la mayoría de la gente y supongo
que piensan que nos conocemos o que somos parientes o vecinos. No, no; no es
nada de todo eso. En primer lugar es que los conductores son personas como tú y
como yo, y me gusta darles el trato que se merecen. Si tengo en cuenta que en
cada viaje pongo mi vida en sus manos, entonces, ¡cómo no voy a saludarles!
Por el contrario, me es curioso observar, cuando en mis paseos por el linde
del bosque, me encuentro con muchos caminantes con los que cruzo mis pasos y no
acabo de dilucidar si en el viaje de ida han perdido alguna moneda y por eso no
levantan la vista del suelo, o es que aprovechan y combinan el hacer ejercicio
con sus oraciones diarias y no pueden intercambiar un simple hola conmigo.
Ya no hablo de algunos ciclistas, aunque estos evidentemente me los imagino
con otros motivos, puede ser que no quieran quitar la vista del GPS por temor a
perderse o lo que es peor, dado que van sentados y a una altura superior,
quizás no merezca su saludo un humilde caminante como el que escribe.
Esto no tendría importancia, si no fuera porque el número de personas que
actúan de ese modo cada día va siendo mayor que aquellas con las que nos
cruzarnos un amable y simple hola.
En mis paseos me he encontrado con caballos y cerdos escapados de alguna
granja, jabalíes, erizos, conejos, perdices, tórtolas, serpientes, perros,
gatos y te puedo asegurar que si bien no saludan como si estuvieran ante San
Antonio Abad, santo varón del que se decía que hablaba con los animales, no
muestran la indiferencia de muchos, demasiados seres humanos con los que te puedes
cruzar en un simple paseo campestre.
Quizás no sea motivo de preocuparse por dónde estamos, pero creo que sí por
hacia dónde vamos con esta actitud.
Soy bastante tímido, pero a veces me asaltan malos pensamientos y pienso, que
si les lanzara un objeto para captar su atención, por ejemplo a los que van
buscando la moneda, lo más seguro es que me respondiesen de la misma forma;
pero dado que también soy pacífico, siempre opto por enviarles un amable hola,
que en alguna de las ocasiones me responden, aunque sea a destiempo.
Eso sí, alguno me he encontrado quien lo hace mirándome sólo con un ojo,
pues el otro permanece fijo en el suelo ¿será que tropezaría algún día? se me
ocurre pensar.
Y ahora si tienes 30 segundos, carga tus reservas de saludos aunque sean
simples, sencillos y pequeñitos, y repártelos mañana y pasado y al otro. Y si
ves que se te acaban te recomiendo que vuelvas a leer este post, ya verás como
muy pronto serás capaz de crearlos automáticamente, si es que por cualquier circunstancia,
no eres de los que ya lo hacen habitualmente.
Te puedo asegurar que a partir de entonces serás más feliz al ser más
solidario y afectivo, y yo también por haber conseguido que mi esfuerzo te haya
sido de utilidad.
Gracias. Salud y Paz